Alfabetización informacional
Las herramientas
que nos proporcionan las nuevas tecnologías han dado lugar a un aprendizaje
basado en la colaboración, en la participación; se trata de un modelo emerec
(Jean Cloutier fue quien acuñó este término) donde tanto los sujetos emisores
como los receptores pueden intercambiarse los roles. Como bien nos ha indicado
el profesor Roberto Aparici en algunas clases (Chat) la vida no es lineal, por
tanto, el aprendizaje debe tomar caminos paralelos a esta idea eje. Los alumnos
deben aprender a fomentar su crecimiento integral mediante una formación
continua, flexible, con motivación e inquietud por el conocimiento, el
autoaprendizaje. Se plantean nuevos métodos de estudio en los que el alumno se
convierte (por decirlo de algún modo) en la fuente generadora de conocimientos
a través de habilidades y competencias que proporcionan una búsqueda efectiva
de información. La esencia de las innovadoras estrategias educativas es
prácticamente el aprendizaje elástico, incesante que acompañe a los individuos
a lo largo de toda la vida. Aquí nos damos cuenta que el conocimiento no es
efímero, sino que se va desarrollando y transformando a lo largo del tiempo.
En el
artículo titulado “alfabetización informativo-digital[1]”
se explica como ha medida que la sociedad ha evolucionado de forma acelerada,
en la misma medida cambian los procesos de aprendizaje: “La alfabetización
informacional se encuadra dentro de un entorno mediático cambiante, donde la
información es creciente, compleja y en la mayoría de los casos está muy
dispersa. En este ambiente, los estudiantes se encuentran con constantes
dificultades para acceder a la información debido al gran desarrollo de los
recursos y la poca estructuración de éstos, no sabiendo hacer frente a este
nuevo abanico de posibilidades. Por esta razón, se plantean nuevas estrategias
que permitan al estudiante ser autosuficiente en los procesos de aprendizaje,
dotándolo de habilidades y competencias para localizar, evaluar y utilizar la
información que necesitan. En este sentido el estudiante ha de estar capacitado
para:
-
Detectar y definir una necesidad de información
-
Expresarla y delimitarla
-
Conocer los métodos y técnicas adecuadas para la localización de información
-
Evaluar y filtrar la información recuperada, para asegurarse de su
autenticidad, validez y fiabilidad
- Agregar dicha
información a la base de conocimientos y utilizarla para afrontar objetivos de
forma ética y legal.”
El interés que
suscita el aprendizaje autárquico y crítico en la sociedad de la Información y
del Conocimiento ha quedado reflejado en US National Research Council, y su Comité
sobre Alfabetización de la Información, Informática y Telecomunicaciones. Ante una información tan abundante, diversa y
dispersa y a la ingente afluencia de tecnología (pero ya no sólo en cuanto a
material de estudio se refiere, hoy en día forma parte de la vida cotidiana de
cualquier ciudadano ya sea en el ámbito del puesto de trabajo, en la educación
o en la vida privada) es una necesidad mantener a la ciudadanía más informada
para un uso eficaz de estos recursos.
El Informe
publicado en 1999 (http://www.nap.edu/catalog/6482.html) nos
indica la mecanización mediante el aprendizaje rutinario de servicios
informáticos concretos. También se abordan aquellos aspectos referentes a las
destrezas de las tecnologías a través del entendimiento del lenguaje básico de
la tecnología y las aplicaciones técnicas que brotan para el fácil manejo y la
formación del pensamiento crítico de los individuos.
Las nuevas
tecnologías de la comunicación y de la Información han posibilitado el
surgimiento de modernos marcos virtuales para el procesos educativo llevado a
cabo por los docentes de las instituciones universitarias. El método educativo
toma otras variables fundamentales como “motor” del proceso de
enseñanza-aprendizaje, se generan otras alternativas basadas en la interacción,
en la horizontalidad. Tanto el alumno como el profesor pueden adoptar el rol de
emisor o receptor, o a la inversa sin “jerarquías aparentes” durante el proceso
de aprendizaje. De esta manera, a través de una participación activa en la
enseñanza, se potencia el pensamiento crítico de los educandos. Debemos
“olvidar” de algún modo esa tradicional relación unilateral entre
docente-alumno, donde estos últimos se concebían como receptores pasivos con un
índice muy bajo de motivación, estímulo.
A partir de los
años 90, la denominada “educación virtual” se ha esparcido por las distintas
universidades, ya sea en la enseñanza presencial, semipresencial o no
presencial o a distancia. Este nuevo modelo de prácticas y metodologías
mediadas por escenarios virtuales ha desembocado en un lozano arquetipo
didáctico transmisivo en la educación superior.
El creciente y
dinámico desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación,
junto con la evolución de Internet. Las nuevas herramientas de Internet se han
denominado Web 2.0 y se han manifestado como una versión mejorada de la Web
1.0. La Web 2.0 son una serie de nuevas tecnologías y herramientas online que
permiten a los usuarios innovar, ser creadores y participar en la confección de
información. Todo ello, además de ser consumidores. La comunicación que se
establece mediante estas aplicaciones tiene como base la interacción, la
colaboración, la inmediatez, la movilidad, … (por citar algunos conceptos
clave). La esencia de todo este entramado tecnológico es la posibilidad que se
genera de ejercer un gran números de labores sin el requisito previo de
instalar un software o programa específico en el ordenador.
Ilustración II[2]:
Todas estas
nuevas estrategias comunicativas ofrecen una construcción de aprendizaje cuyo
eje principal es la participación activa y el intercambio colaborativo con “los
otros”. Resulta evidente un paradigma didáctico centrado en el alumno y en la
comprensión más que en la repetición de contenidos.
Los objetivos
formativos se han centrado en el diseño de situaciones de aprendizaje
significativas por parte del profesorado para ayudar a los alumnos a adquirir
los conocimientos pertinentes.
[1]
Pinto Molina, María. Alfabetización informativo-digital.
Disponible en: http://www.mariapinto.es/e-coms/alfa_infor.htm
[2] http://www.google.es/imgres?imgurl=http://internality.com/web20/files/mapa-web-20-medium.png&imgrefurl=http://internality.com/web20/&usg=__dr5HyRvB-8Z-q-2LVooIIUeGNN8=&h=2493&w=3453&sz=3677&hl=es&start=1&sig2=fKjASC6P3BUZWXNXZ8Tyg&zoom=1&tbnid=95uTBnAQCaIcLM:&tbnh=108&tbnw=150&ei=gJ5pT6eRC8WLhQfpo7WvCg&prev=/search%3Fq%3DWeb%2B2.0%26hl%3Des%26gbv%3D2%26tbm%3Disch&itbs=1
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